12 años
Y han sido 12 años desde que abordé ese avión sin retorno; 12 años en los que he vivido lejos de mi país y de mi familia. Hace 12 años, en ese aeropuerto en Bogotá —y sin saberlo— sería la última vez que abrazaría a mis abuelos. Tampoco he podido decirles adiós, aunque los recuerdo siempre. En ese entonces no tenía ni idea de qué pasaría al llegar, pues no sabía el idioma, no conocía a nadie y estaba solo al otro lado del Atlántico. Y bueno, heme aquí, sin saber muchas cosas, pero al menos ya sé decir “Hola, ¿cómo está?” en ruso, y tengo muchas historias: unas buenas, otras no tanto. Durante todos estos años también he logrado conocer muchos lugares en este país y descubrir que, a pesar de todo, hay gente buena acá. Por estos días he estado pensando mucho en la persona que llegó y
